SILVESTRES EN EL CALENDARIO
OCTUBRE
Dedicamos el mes de octubre al lila, al suave lila tranquilo y dulce, cargado de serenidad que escoge esta pequeña bulbosa para tapizar pastizales, claros de matorral y suelos de bosques. Dejándose ver en la superficie y resaltar en buena parte de la península ibérica, entre marrones, cobrizos y arenas.
Colchicum lusitanum Brot planta bulbosa de unos 10 cm de alto que florece de septiembre a noviembre marcando la llegada del otoño, las hojas las produce en primavera.
Respecto a las flores, destacamos su adorno, un ajedreo en los tépalos que se establece característico de la especie. Su presencia está asociada a suelos básicos entre los 300 y 1200 metros de altitud.
Su etimología va asociada de manera general a la geografía. Destacando, eso si, su referencia en el género al griego Kolchicón que significa planta venenosa. Pero también podemos encontrar referencias a Kolchikós, de la Cólquida, país de la costa este del Mar Negro. Respecto a la especie, lusitanum, lusitano, de Lusitania, Portugal.
Como nombres vernáculos o comunes asociados al territorio encontramos: Azafrán bastardo, cebolluela, cólchico, cólquico, cólquico de Portugal.
Respecto a sus usos, estos son compartidos de forma general por las distintas especies pertenecientes a la familia (Colchicaceae), estableciéndose la presencia de colchicina que es un violento tóxico celular, aunque en cantidades limitadas se ha usado en medicina desde la antigüedad.
Como por ejemplo, el auge que tuvo la utilización de los bulbos de Cólquico en el siglo XVII como tratamiento para la gota, ya que aumenta la excreción de ácido úrico. También se ha usado para tratar afecciones renales y asma o contra la artritis crónica.
Hoy en día, la colchicina como molécula se aísla de sus semillas, extraída industrialmente para su uso en farmacología como antiinflamatorio. Pero hay que tener gran precaución en su consumo de forma personal y sin supervisión médica, ya que puede provocar diarreas, vómitos o incluso la muerte si se excede la dosis, actuando como un veneno.
Resulta interesante poder relacionar en una planta de apenas unos centímetros, que pinta de lila la llegada del otoño marcando los claro bosques de la península ibérica, con el consumo de marisco o tomate. (Debido a la gran cantidad de ácido úrico que presentan estos alimentos y su afectación para la gota).
En definitiva, la naturaleza no deja de sorprendernos, sólo hay que escucharla un poquito, poner atención y ella misma nos muestra lo importante que es para nuestra salud, ánimo o desarrollo personal entre otros muchos aspectos.
Es fascinante ver y sentir la conexión perfecta, a veces mágica, que se crea para transmitir conocimiento e interpretar nuestro entorno, formando un puente firme, bien sujeto por la cultura e historia.